Nzambi Matee es el nombre de la mujer que se encuentra detrás de este novedoso producto que además de apoyar al planeta reciclando toneladas de plástico, asegura que es más fuerte y resistente que los ladrillos comunes.
“Nuestro producto es entre cinco y siete veces más resistente que el hormigón (concreto)”. Aseguró Nzambi quien además creó la compañía Gjenge Makers la cual cuenta con sede principal en la capital de su país, Nairobi.
Nzambi es especializada en ciencias con varios años de experiencia trabajando como ingeniera industrial en una petrolera de Kenia, pero al notar la grave problemática que rodea al tema de los plásticos decidió retirarse para empezar con su emprendimiento.
Nzambi afirmó estar “cansada” de que el gobierno de su país no hiciera nada para resolver la problemática por contaminación plástica, por lo que ella tomó la decisión de aportar su grano de arena.
La ingeniera comenzó haciendo los diseños para fabricar sus propias máquinas en 2017, también afirmó que hasta el día de hoy han reciclado más de 20 toneladas de plásticos.
Nzambi afirma que su materia prima proviene principalmente de grandes fábricas que le dan los plásticos de manera gratuita y de otros recicladores a los cuales si le toca pagar. Así mismo aseguró qué: “Existen desechos que las industrias ya no pueden procesar; no los pueden reciclar, esos son los que utilizamos nosotros“.
La fábrica recicla polietileno de alta densidad, utilizado en botellas de leche y champú; polietileno de baja densidad, a menudo utilizado para bolsas de cereales o sándwiches; y polipropileno, que se utiliza para cuerdas, tapas abatibles y cubos.
Además de fabricar ladrillos de excelente calidad, la emprendedora ha generado 112 puestos de trabajo a personas recicladoras de plástico, entre ellos mujeres vulnerables y jóvenes que antes no tenían esperanza.