Una escena en la televisión disparó el deseo de Aracely Quispe de trabajar en la NASA, la agencia espacial estadounidense. «»Fue impactante ver que los humanos podíamos pasar esa frontera. Pero Quispe se abrió camino a patadas, literalmente, hasta llegar a dirigir misiones en la NASA.
Cinturón negro
«»Fueron episodios muy bonitos para mí, los recuerdo con mucho cariño. » Fue divertido y fue único», dice a BBC Mundo. Cuando aún cursaba la secundaria, encontró un anuncio sobre una beca para practicar tres meses de karate. «Se me dio la oportunidad de competir en torneos regionales, también viajé a varios países y uno de ellos fue Estados Unidos», cuenta.
«Fue difícil demostrar, fue un caso largo, debía mostrar que tenía reconocimientos a nivel nacional e internacional, no solo en el ámbito deportivo, sino también profesional, mostré las tesis que había escrito, el trabajo académico, notas, mostrando que había un equilibrio entre lo académico y lo deportivo», sostiene.
Construcción de naves espaciales
Un asesor en esa escuela le dijo que si quería entrar a la NASA, debía continuar sus estudios con Ingeniería Astronáutica o Aeroespacial. «Cuando ya me había graduado, averigüé sobre la posibilidad de estudiar Ciencias o Ingeniería y fue cuando solicité una residencia permanente por habilidad extraordinaria», detalla. Quispe siguió el consejo y se trasladó a Capitol Technology University , en Maryland, a estudiar Astronáutica, una especialidad centrada en la construcción, operación y seguimiento de naves espaciales. CapTechU tenía un convenio para enviar a sus mejores estudiantes a hacer prácticas a la NASA.
Pero al inicio, no cumplía con todos los requisitos que pedían para participar en el programa.
Contra el «no puedo»
Luego de la pasantía ganó una beca para hacer una maestría con una tesis sobre el derretimiento de los glaciares en Cusco, Perú, usando imágenes satelitales de la NASA. El trabajo oficial en la agencia espacial llegaría poco después.
El gran deseo
En 2011, Quispe postuló a la misión del Orbitador de Reconocimiento Lunar de la NASA, un satélite no tripulado que desde 2009 orbita la Luna y manda información a la Tierra cada cierto tiempo. El orbitador también busca lugares con potenciales recursos que permitirían enviar misiones tripuladas al satélite.
A base de esfuerzo
Ahora Quispe es ingeniera de sistemas de vuelos en el proyecto del telescopio James Webb, programado para salir al espacio en 2021 y reemplazar al telescopio Hubble. El James Webb se pondrá en órbita con el fin de estudiar las galaxias desde la época de su formación, es decir, desde el mismo Big Bang, y todas las fases de la historia del universo, según explica la NASA. Mientras cumple con sus tareas astronómicas, la peruana también da charlas para motivar a otras mujeres a seguir carreras científicas y está escribiendo un libro sobre su vida. «Es importante hablar de ciencia, que la gente no la vea como algo inalcanzable», opina.
Aunque reconoce que llegar a la NASA fue difícil. » todos esos recursos que algunas personas tienen a la mano para surgir, en mi caso hubo muchas limitaciones, carencias económicas», dice. «»Pero creo que eso me hizo ser una persona que valora más cada cosa que ha logrado porque ha sido todo a base de esfuerzo. » Mi actitud siempre fue de perseverar y buscar los recursos», asegura.
Más adelante, Quispe espera formar parte de alguna misión de la NASA que tenga que ver con Marte.