Las naciones centroamericanas presentan serias afectaciones debido a la COVID-19, con más de 11,400 muertos en la región y un profundo impacto económico derivado de las medidas de confinamiento, que paralizaron al sector productivo, pero que fueron necesarias para minimizar la propagación del virus.
Ante este panorama, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) ha decidido destinar un 27 % de su presupuesto a la recuperación de las naciones del istmo, compuesto por Guatemala, Belice, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá.
Son $3,336 millones en proyectos para mejorar la atención sanitaria, evitar que la población vulnerable se hunda en la pobreza y el hambre, e inyectar capital a las empresas y negocios, que se espera que sean los protagonistas de la recuperación.
Verónica Zavala, gerente del Departamento de Países de Centroamérica, Haití, México y República Dominicana del BID, consideró que Centroamérica se encontró en una situación «especialmente difícil» con la llegada de la pandemia.
Afirmó que los países se enfrentaron a carencias en el sector sanitario en cuanto a la cantidad de camas necesarias en cuidados intensivos, respiradores, personal médico y la capacidad de hacer pruebas de detección de la enfermedad.
En consecuencia, las economías de la región resultaron seriamente golpeadas. «Sus economías caen, las deudas aumentan y, con ello, crecen el hambre y la pobreza», indicó la experta.
El producto interno bruto (PIB) de Centroamérica se contraerá 6.2 % en 2020, y superará al descenso registrado durante la Gran Depresión de 1930, del 5 %, según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
EMPLEO E INFORMALIDAD
Zavala indicó que el BID cuenta con un diagnóstico efectivo de la región, por lo que ha desarrollado un plan adecuado a la realidad de cada país, optando principalmente por mejorar los sistemas sanitarios, invertir en el sostenimiento económico de las personas vulnerables y de las empresas.
De manera que mantener el empleo será fundamental para estas economías, sobre todo en un contexto donde el 63.5 % de los negocios pertenecen a la informalidad, según las estimaciones de la Cepal. Dicho brazo de las Naciones Unidas ha llamado a los países y al organismo a poner especial énfasis en este sector económico.
La triple estrategia del BID pretende dar resultados a mediano plazo, que permitan que la región salga del estancamiento provocado por la pandemia y encontrar diferentes formas de crecimiento en la nueva normalidad.