Marcados por la pandemia, sin público en el estadio, con un minuto de silencio para los muertos por la COVID, unos Juegos que pasarán a la historia por el simbolismo de la lucha en medio de las dificultades
Cada país pudo presentar por primera vez a dos abanderados, una mujer y un hombre. Y, en el caso de El Salvador, el honor correspondió a Celina Márquez (natación) y a Enrique José Arathoon (vela), dos de los cinco atletas que representarán al país en esta edición de los Olímpicos.
Fraser-Pryce, doble campeona olímpica de los 100 metros, quiere ser a sus 34 años la primera mujer con un triple reinado en la prueba reina del atletismo.
Más campeones olímpicos de América Latina en el desfile: el voleibolista Bruno Rezende por Brasil y los veleristas Cecilia Carranza y Santiago Lange por Argentina.
Álvarez tiene por delante un desafío muy peculiar: unir una medalla en los Juegos Olímpicos de verano a la presea de plata que conquistó en los de invierno, en Sochi-2014, en el relevo de los 5.000 metros del patinaje de velocidad.
Neutrales
Contribuyen a su manera a la amplia colección de éxitos de la constelación de abanderados, pues los dos saben lo que es ganar oro y suman cinco preseas olímpicas entre ambos.
La bandera olímpica, con sus cinco aros de colores entrelazados, fue portada por el Equipo de Refugiados (integrado por 29 atletas en esta oportunidad) en las manos de la nadadora Yusra Mardini, de Siria, y el maratonista Tachlowini Gabriyesos, de Eritrea.