El aumento de estas enfermedades, en especial las degenerativas, tiene que ver con un incremento en la esperanza de vida.
El cerebro es el que «controla absolutamente todo lo que sucede en el cuerpo«, dice la neuróloga ecuatoriana Daniela Di Capua.
Este órgano dirige «desde las actividades más altas —las cognitivas como el pensar, razonar, abstraer y leer—, hasta actividades básicas, como son el tema del control de la presión arterial, la respiración, incluso la frecuencia cardíaca», añade Di Capua, quien desempeña labores en Neuroquito, ubicado en el Hospital de los Valles, en Cumbayá, a las afueras de la capital ecuatoriana.
Este 22 de julio se celebra el Día Mundial del Cerebro, fecha establecida por la Federación Mundial de Neurología a partir de 2014 para concienciar sobre la salud cerebral.
Enfermedades en millones de personas
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre las enfermedades más comunes que afectan al cerebro están la epilepsia, alzhéimer y otras demencias, enfermedades cerebrovasculares (tales como los accidentes cerebrovasculares), la esclerosis múltiple, párkinson, las infecciones neurológicas, los tumores cerebrales, entre otras.
Según el organismo, en todo el mundo unas 50 millones de personas padecen epilepsia, lo que la convierte en uno de los trastornos neurológicos más comunes. Cerca del 80 % de los pacientes viven en países de ingresos bajos y medianos.
Otras cerca de 50 millones de personas en el mundo padecen demencia, siendo la más común el alzhéimer, que afecta a entre 60 y 70 % de los casos. Para 2050, dice Di Capua, se calcula que habrán 150 millones solo con alzhéimer y la mayoría de los casos será en «países de recursos económicos bajos o en vías de desarrollo».
Además, más de 6 millones de personas mueren cada año por accidentes cerebrovasculares, dijo la institución mundial en 2016; y, en cuanto al párkinson, alrededor de 7 millones lo sufren en todo el mundo, según cifras del año pasado.
Enfermedades neurodegenerativas
Di Capua señala que el alzhéimer y el párkinson son «enfermedades neurodegenerativas», que generalmente «se presentan en el adulto mayor, a partir de los 60 años», pero —menciona— «no son enfermedades exclusivas de este tipo de población».
El alzhéimer, explica la neuróloga, «se caracteriza por la pérdida de memoria inmediata y poco a poco se va perdiendo no solamente esa memoria, sino otro tipo de memorias y otras áreas cognitivas», como el lenguaje, la capacidad de hacer actos complejos e, incluso, la capacidad de caminar.
El párkinson, por su parte, es producido por un proceso neurodegenerativo multisistémico que afecta al sistema nervioso central. Los principales síntomas incluyen temblores en el cuerpo, rigidez, lentitud en algunos movimientos e inestabilidad en la postura.
Epilepsia y afecciones cerebrovasculares
La epilepsia es la enfermedad por la que Di Capua recibe mayores pacientes, dice que «es muy frecuente en las consultas de neurología».
«Es una enfermedad que no tiene mucha visibilidad y no corresponde a ningún grupo etario«, señala la neuróloga. Agrega que hay dos picos en los que es más agresiva la epilepsia, el primero en niños y el segundo en adultos mayores; pero la enfermedad se puede padecer durante toda la vida.
La epilepsia «se puede deber a miles de causas», indica Di Capua, y menciona entre ellas «tumores e infartos cerebrales, el propio alzhéimer, enfermedades genéticas, golpes en la cabeza».
Señala que en países como Ecuador existe una «brecha terapéutica» alta, es decir, un 50 % de los pacientes recibe un tratamiento adecuado y el otro 50 % no; cifra que aumenta en las áreas rurales, donde 70 % de los casos no son tratados de manera adecuada.
Entretanto, las enfermedades cerebrovasculares son «la alteración en el flujo de los vasos sanguíneos que provoca una muerte del tejido cerebral», dice Di Capua. Explica que «puede ser ‘isquémica’, lo que se conoce comúnmente como infarto cerebral, como consecuencia de un suministro insuficiente de sangre y oxígeno al cerebro debido a la obstrucción de una arteria; o hemorrágica, lo que significa que tiene sangre en el cerebro».
En el 80 % de los casos de esta enfermedad —detalla— se presenta la afección isquémica y en el 20 % la hemorrágica.