Aunque el telón continúa abajo, no pierden el contacto con sus instrumentos. La pandemia de la COVID-19 no impidió que se conectaran con sus cuerdas e hicieran desde sus hogares dos homenajes en honor a los salvadoreños en el exterior y al personal de primera línea destacada en la emergencia. Precisamente este concepto de unidad, arte y cultura es lo que la directora de la Orquesta de Salvadoreños en México, Alejandra Funes Bustamante, quiere reflejar de su país.
«Ha sido difícil. Los espacios han sido cerrados y nosotros funcionamos 100 % presencial. Es complicado hacer un ensayo en Zoom o en otras plataformas. Lo que estamos haciendo son grabaciones. En México, los conciertos están restringidos», detalló Bustamante.
México superó esta semana los 2.6 millones de casos confirmados por la pandemia. La connacional comparte escenarios en ese país desde 2017 como directora de la Camerata Femenil de la Ciudad de México, enfocada en tema de género con «la visualización de la mujer dentro de la música». Está integrada por 15 miembros. Con el grupo ha llevado a cabo repertorios de música salvadoreña, especiales de tangos y música mexicana.
El motivo por el que emigró al norte de América fue para estudiar Dirección Orquestal. En 2018 se convirtió en la fundadora y líder de la Orquesta de Salvadoreños en México, compuesta por 35 músicos de dos generaciones distintas; es decir, compatriotas que se refugiaron en ese país por la guerra civil y otros artistas que fueron sus compañeros. Todos son referentes de las melodías salvadoreñas.
«Estando fuera de El Salvador te das cuenta de que no hay una buena imagen. Si dices que eres salvadoreño, inmediatamente lo relacionan con las pandillas y todo lo negativo. Parte del objetivo de esta orquesta es cambiar ese concepto, porque el salvadoreño también es artista y hace música», contó Bustamante a «Diario El Salvador».
La labor de esta orquesta ha hecho vibrar con su música el Castillo de Chapultepec. Entre sus presentaciones se encuentra «El carnaval de San Miguel», «Adentro, Cojutepeque», «Las cortadoras» y «El carbonero».
El primer concierto se llevó a cabo en el marco de la celebración de los 180 años de relaciones bilaterales entre México y El Salvador, en el Bosque de Chapultepec.
«Los asistentes quedaron fascinados con el concierto, muy contentos y se logró la meta de transformar la cara de los salvadoreños a algo positivo. Tuvo muy buena aceptación», contó la directora de 35 años.
Bustamante no tiene límites si de música se trata, ya que es directora en El Salvador de la Orquesta de Cámara Cadenza, integrada por jóvenes vicentinos. Esta orquesta de 15 instrumentistas participó el año pasado en el repertorio virtual compartido por la Red de Escuelas de Música de Envigado, Colombia, en escena con Honduras, Costa Rica, Perú, España, México, Nicaragua y Panamá. También es directora de la Orquesta Filarmónica de El Salvador.
Bustamante se dedica a la música desde los 14 años, cuando ingresó a la Academia de la Orquesta Sinfónica Juvenil de El Salvador y formó parte de la Orquesta Sinfónica Nacional de El Salvador. Además, impulsó la creación de la Asociación de Miembros de la Orquesta Sinfónica de El Salvador (Amoses) y la Asociación de Artistas de El Salvador (Asart).