Un enjambre de más 140 terremotos en solo 12 horas en la zona del volcán Kilauea, en la isla de Hawái, alarmó esta semana a los geólogos estadounidenses, que temían una inminente erupción como consecuencia de esa actividad sísmica.
En un informe del 24 de agosto, el Servicio Geológico de EE.UU. (USGS) informó sobre el enjambre debajo de la parte sur de la caldera del Kilauea, que se detectó el lunes en la tarde y continuó hasta la mañana del martes. «Se han registrado más de 140 terremotos hasta las 4:30 del 24 de agosto; el más grande fue de magnitud 3,3 y la mayoría inferiores a 1. Los terremotos pequeños continúan a un ritmo de al menos 10 por hora», escribió entonces ese organismo.
Por tal motivo, las autoridades elevaron el nivel de alerta para el Kilauea de amarillo a naranja para advertir de una posible aunque no inmediata erupción. Sin embargo, durante el seguimiento de su actividad los científicos no detectaron evidencia de lava en la superficie de su caldera ni aumento en los niveles de dióxido de azufre y sulfuro de carbono que habitualmente se producen durante esos eventos.