La capacidad del pez cebra de reparar su corazón después de sufrir un infarto se conoce desde hace mucho, pero recientemente un equipo de investigadores de Alemania descubrieron qué células y procesos están involucrados en este fenómeno.
Cuando una persona sufre un infarto y no recibe tratamiento con la suficiente rapidez, las células de su músculo cardíaco —llamadas cardiomiocitos— se dañan por la falta de oxígeno y comienzan a morir, formando una cicatriz. El corazón humano no puede generar nuevos cardiomiocitos, así que cuando sufre lesiones su capacidad de bombear sangre se ve reducida.
Para los vertebrados inferiores, como el pez cebra, las cosas son muy diferentes, ya que esta especie es capaz de regenerar células complejas de su organismo, incluidas las del tejido cardiaco.
Un equipo liderado por el Instituto de Biología de Sistemas Médicos de Berlín (BIMSB) descubrió que las células del tejido conectivo, al activarse temporalmente, juegan un papel importante en el proceso de regeneración de cardiomiocitos en los peces cebra, según revelan sus hallazgos publicados en la revista Nature Genetics.
«Queríamos averiguar cómo hace esto este pequeño pez y si podíamos aprender de ello», comentó el profesor Jan Philipp Junker, director del laboratorio de Biología Cuantitativa del Desarrollo del BIMSB.
En colaboración con la doctora Daniela Panáková, el estudio simuló lesiones de infarto al miocardio en los corazones de peces cebra. Acto seguido, los investigadores utilizaron un método individual de análisis del ARN de las células cardiacas, llamado transcriptómica, así como árboles de linaje celular para rastrear el proceso de regeneración de los cardiomiocitos.
Fuente RT