Una farmacéutica y analista clínica de Madrid, Marisa García Alonso, tras la infección de garganta sufrida por una amiga, ha decidido realizar un cultivo en placas de Agar Sangre de cinco mascarillas, cuatro de ellas usadas y una nueva, y los son impactantes, algunos en forma de bacterias.
En general, todas presentaban algún tipo de bacteria, sobre todo, estafilococos, incluso la mascarilla nueva que, según explica Marisa García Alonso en un vídeo subido a su cuenta de Instagram, «quizás al cogerla ya se ha contaminado porque no se la ha puesto nadie y tiene alguna colonia. » De ahí, que se incida en que, tanto en el momento de colocar la mascarilla como al quitársela, hay que lavarse las manos ya sea con jabón o con gel hidroalcohólico.
La mascarilla que la farmacéutica guarda en el bolso y solo la usa «de vez en cuando» tenía «unos cuantos estafilococos», aunque sin demasiada contaminación.
La muestra de la mascarilla que estaba utilizando cuando hizo el experimento ya contaba con «estafilococos, estreptococos y alguna bacteria que no sabemos qué son», señala.
« En esa mascarilla, encontró estafilococos, estreptococos, contaminantes, incluso «no sabemos si hay alguna cándida, algún hongo. »
«Esto es una evidencia de que algo que ocurre, para que cuidemos mejor nuestras mascarillas, o las cambiemos más a menudo», comenta, aunque quiere dejar claro que no es su intención «que alguien concluya no usarlas».
«Las bacterias que aparecen no son patoógenas por sí́ mismas, pero podrían convertirse en patógenas oportunistas si se ven muy aumentadas debido a que están creciendo en abundancia en las mascarillas húmedas con nuestro aliento», apunta la experta.
Y es que hay que ser conscientes de que al ponerse la mascarilla, ésta entra en contacto con las bacterias que están en la piel, por ello, hay que extremar las precauciones al colocarla y retirarla y usarla y conservarla correctamente.
Qué dice Sanidad al respecto
– Lavarse las manos durante 40-60 segundos antes de manipularla.
En cuanto al momento de ponerse la mascarilla, el Ministerio de Sanidad aconseja lo siguiente:
– Tocar solo las gomas de la mascarilla.
– Colocarla sobre la nariz y boca, asegurándose de que no quedan grandes espacios entre la cara y la mascarilla, y las bandas elásticas por detrás de las orejas.
– Pellizcar la pinza nasal para ajustarla bien a la nariz.
– Evitar tocar la parte exterior de la mascarilla. Si se hace, lavarse las manos antes y después.
– Antes de quitarse la mascarilla, hay que lavarse las manos.
– Para desecharla, introdúcirla en una bolsa de plástico y depositarla cerrada en la basura y lavarse nuevamente las manos.
En cuanto al tiempo de uso, tanto en el caso de las quirúrgicas como de las FFP1 o FFP2, Sanidad aconseja que no se superen las cuatro horas, y hay que cambiarlas incluso antes si se humedecen o deterioran. En cuanto al lavado de las reutilizables, apunta a que hay que seguir las instrucciones de cada fabricante. Usar un método distinto al recomendado puede deteriorar el producto y, por lo tanto, perder su efectividad.