Cuando las editoriales le dijeron «no» a su fundador, le dieron el valor suficiente para iniciar un trabajo independiente con el que mantiene viva su obra y proyecta a nuevas voces.
Hace un año, el escritor Mauricio Orellana tocó puertas para dar a conocer sus escritos en El Salvador. Hacía un tiempo ya, que la Dirección de Publicaciones e Impresos le había publicado un título que circuló poco y que, además, su nombre era más reconocido en Costa Rica que aquí.
Su rebúsqueda no generó los resultados esperados. Esta vez, las editoriales le cerraron las puertas.
Con el objetivo de mantener vivo su trabajo como agua entre las manos, optó por crear un sello independiente al que llamó Los sin Pisto.
Con el nombre listo, cayó en sus manos un libro de un autor costarricense que había sido impreso en papel bond y con portada y contraportada hecha en una especie de cartulina. Le surgió la inspiración de usar el equipo casero (computadora e impresora), comprar una cortapapeles (guillotina) y aprender de manera autodidacta lo que le faltara para completar sus creaciones.
Valiéndose de las ganancias de su emprendimiento: la venta de quesadillas artesanales, empezó a gerenciar Los sin Pisto con libros de su autoría, los cuales ofrecía a conocidos y a otros interesados por las redes sociales.
«Empecé a trabajar maneras sin realmente saber el oficio de hacer libros. Hasta que logré hacerlo de una manera bastante digna», comenta Orellana.
En el camino, se sumaron los escritores Felipe García, quien hasta la fecha da a conocer el trabajo de la editorial a través de su página web Café Irlandés; así como los novelistas Jacinta Escudos y el guatemalteco Rodrigo Fuentes; estos últimos, cediendo títulos.
«Nos conocemos de años (con Escudos), nos hemos leído y le propuse la idea, le encantó y ahí fue donde empezó la idea editorial, bajo este esquema sencillo y artesanal. Al menos, quienes estén interesados en las obras y las quieran, las van a encontrar», añade.
Recuerda que el contacto con Felipe fue beneficioso porque él ya tenía una novela y además «ya había hecho una labor de exploración y filtro de la narrativa joven y eso dio la pauta para otros escritores».
A la fecha, la editorial ya suma 14 libros divididos en cuatro colecciones: «Mala seña», «Los sin visa», «La buruca» y «Pormenores».
En acción
En el camino de formación de Los sin Pisto, Mauricio y Felipe descubrieron que había una necesidad de un grupo pequeño, pero muy interesado en conocer su trabajo y se pusieron manos a la obra.
Los clientes empezaron a solicitar los libros y Mauricio los entregaba sin recargos (y lo hace hasta hoy) en cafés, centros comerciales, universidades o empresas de la ciudad capital. Cinco o seis libros son hasta el momento, una «semana buena» y el «stock» máximo es hasta cinco ejemplares de cada uno.
La visión de este escritor está en lograr establecer los vínculos que le permitan llevar los libros de la editorial hasta otros departamentos del país y ampliarse al menos a Centroamérica. En cuanto a Estados Unidos, comenta, que pueden ser enviados con amigos o se le entrega al interesado cuando visite el país.
Catálogo de Los sin Pisto
Te compartimos el listado de títulos disponibles de esta editorial.
“Ciudad de alado” Mauricio Orellana ($10)
“La teta mala” Mauricio Orellana ($7)
“Cerdo duplicado” Mauricio Orellana ($10)
“Heterocity” Mauricio Orellana ($15)
“Las mareas ”Mauricio Orellana ($8)
“El Diablo sabe mi nombre” Jacinta Escudos ($9)
“Hard Rock” Felipe García ($9)
“Crónicas para sentimentales” Jacinta Escudos ($9)
“Trucha panza arriba” Rodrigo Fuentes ($10)
“Diario mortuorio” Felipe García ($8)
“Dron” Mauricio Orellana ($12)
“Maletas perdidas” Jacinta Escudos ($11)
“Lados BVoces nuevas de la literatura salvadoreña” ($10)
“Johnny-Luz” Mauricio Orellana ($5)