Los 39 muertos hallados el miércoles en un camión frigorífico cerca de Londres eran ciudadanos chinos, informaron este jueves los medios británicos, un día después del macabro descubrimiento que horrorizó al país.
En el Reino Unido existe un caso similar a este drama. Desde entonces se puso en marcha una investigación para aclarar las circunstancias de estas muertes, que ya provocaron llamamientos al gobierno para que se refuerce la lucha contra las redes de migración clandestina, que usan métodos muy arriesgados e inseguros para evadir los controles. El conductor del camión, un norirlandés de 25 años, está detenido desde el miércoles y es objeto de una investigación por asesinato.
Desde Bélgica al Reino Unido
El jueves, las autoridades se concentraban en saber qué itinerario siguió ese camión antes de llegar a las afueras de Londres. Las autoridades búlgaras también confirmaron la matriculación del vehículo en Bulgaria en 2017, pero aseguraron que el vehículo no había regresado al país desde entonces. El jefe del gobierno británico, Boris Johnson, se declaró «horrorizado por este trágico acontecimiento». Según la Agencia Nacional de lucha contra el Crimen , el número de migrantes que entran clandestinamente al Reino Unido en contenedores y camiones ha aumentado desde hace algunos años.
En informes recientes, la NCA lamentaba la «utilización creciente de métodos para hacer entrar clandestinos cada vez más arriesgados», principalmente desde el puerto de Calais, en Francia, desde Zeebruges o por el túnel de La Mancha.