Así se titula el último libro del neurocientífico Michel Desmurget , director de investigación en el Instituto Nacional de la Salud de Francia, en el que cuenta con datos duros y en forma contundente cómo los dispositivos digitales están afectando gravemente, y para mal, al desarrollo neuronal de niños y jóvenes.
¿Los jóvenes de hoy son la primera generación de la historia con un coeficiente intelectual más bajo que la anterior?
El coeficiente intelectual se mide con una prueba estándar.
Cortesía Michel Desmurget
El neurocientífico Michel Desmurget considera que la niñez actual está expuesta a una «orgía digital». Y haciendo eso, los investigadores han observado en muchas partes del mundo que el coeficiente intelectual aumentaba de generación en generación.
En esos países los «nativos digitales» son los primeros niños que tienen un coeficiente intelectual más bajo que sus padres.
¿Y qué está provocando esta disminución del coeficiente intelectual?
Por desgracia, aún no es posible determinar el papel específico de cada factor, incluida por ejemplo la contaminación o la exposición a las pantallas.
Una prueba de QI en 1947
Nuestros padres no pasaron la misma prueba de coeficiente de inteligencia que nosotros, señala el neurocientífico.
¿Qué quiere decir?
Las actividades relacionadas con la escuela, el trabajo intelectual, la lectura, la música, el arte, los deportes, etc. tienen un poder estructurador y nutritivo del cerebro mucho mayor que las pantallas recreativas. El cerebro se puede comparar con una plastilina. El problema con las pantallas recreativas es que alteran el desarrollo del cerebro de nuestros hijos y lo empobrecen.
¿Todas las pantallas son igual de dañinas?
Nadie dice que la «revolución digital» sea mala y deba ser detenida. Yo mismo paso buena parte de mi jornada laboral con herramientas digitales. Y cuando mi hija ingresó en la escuela primaria, comencé a enseñarle cómo usar algún software de oficina y a buscar información en internet. Sin embargo, cuando se pone una pantalla en manos de un niño o de un adolescente, casi siempre prevalecen los usos recreativos más empobrecedores.
¿Cuánto tiempo deberían dedicar los niños a las pantallas recreativas?
Involucrar a los niños es importante. Algunos estudios han demostrado que es más fácil para niños y adolescentes seguir las reglas sobre las pantallas cuando se les explican y se discute con ellos su razón de ser. Más allá de esta regla general, se pueden proporcionar pautas más específicas según la edad del niño. Antes de los 6 años, lo ideal es no tener pantallas .
Y, ¡sobre todo!, nada de pantallas en el dormitorio. Pero es difícil decir a nuestros hijos que las pantallas son un problema cuando nosotros, como padres, estamos constantemente conectados a nuestros teléfonos inteligentes o a consolas de juegos.
¿Por qué muchos padres no son conscientes de los peligros de las pantallas?
Porque la información que se da a los padres es parcial y sesgada. Los principales medios de comunicación están repletos de afirmaciones infundadas, propaganda engañosa e información inexacta. La industria digital genera miles de millones de dólares en beneficios cada año. Y, obviamente, los niños y adolescentes son un recurso muy lucrativo.
Las empresas digitales contratan a expertos para explicar lo inteligentes que son los jugadores y lo bueno que es jugar videojuegos. El problema es que ninguno de los periodistas que entrevistaron a este «experto» mencionó que trabajaba para la industria de los videojuegos.
Hay estudios que afirman por ejemplo que los videojuegos ayudan a obtener mejores resultados académicos…
Se basa principalmente en unos pocos estudios aislados con datos podridos, que se publican en revistas secundarias y a que menudo se contradicen. En una interesante investigación experimental, se entregaron consolas de juegos a niños que iban bien en la escuela. En otro estudio, los niños tuvieron que aprender una lista de palabras. Dos horas después se fueron a la cama.
¿Cómo cree que serán los miembros de esta generación digital cuando se conviertan en adultos?
Varios estudios indican que, en contraste con las creencias comunes, no son muy buenos con las computadoras. Un informe de la Unión Europea incluso explica que su baja competencia digital dificulta la adopción de tecnologías educativas en las escuelas. Otros estudios también indican que tampoco son muy eficientes para procesar y comprender la gran cantidad de información disponible en internet.
¿Algunos países están comenzando a legislar contra el uso de pantallas?
Taiwán, por ejemplo, considera que el uso excesivo de pantallas es una forma de abuso infantil y ha aprobado una ley que establece fuertes multas para los padres que exponen a niños menores de 24 meses a cualquier aplicación digital y que no limitan el tiempo de pantalla de los chicos entre 2 y 18 años.
Varios países están comenzando a legislar contra el uso de las pantallas. Sin embargo, está claro que las opciones educativas sólo pueden ejercerse libremente cuando la información que se brinda a los padres es sincera y exhaustiva.
Un aumento de las desigualdades sociales y una progresiva división de nuestra sociedad entre una minoría de niños preservada de esta «orgía digital» -los llamados Alphas de la novela de Huxley-, que poseerán a través de la cultura y el lenguaje todas los herramientas necesarias para pensar y reflexionar sobre el mundo, y una mayoría de niños con herramientas cognitivas y culturales limitadas -los llamados Gammas de la novela de Huxley-, incapaces de comprender el mundo y de actuar como ciudadanos ilustrados. Un mundo triste en el que, como decía el sociólogo Neil Postman, se divertirán hasta la muerte. Un mundo en el que, a través del acceso constante y debilitante al entretenimiento, aprenderán a amar su servidumbre.