Los perros tiene gran capacidad de comunicarse con las personas y sus habilidades sociales pueden estar presentes desde una edad muy temprana sin necesidad de que sean aprendidas, aunque algunos cachorros empiezan siendo mejores que otros en función de su genética.
Una investigación de la Universidad de Arizona que publica hoy Current Biology indica que los cachorros responden a la mirada social de las personas y pueden emplear con éxito información proporcionada por un humano desde una edad muy temprana y antes de haber tenido un amplio contacto con ellos.
La autora principal del estudio, Emily Bray, explicó que la mayoría de los perros eran capaces, entre otras cosas, de encontrar comida escondida siguiendo el dedo de un humano hasta el lugar que le indicaba.
«Había pruebas de que este tipo de habilidades sociales estaban presentes en la edad adulta, pero aquí encontramos pruebas de que los cachorros -al igual que los humanos- están biológicamente preparados para interactuar de estas maneras sociales», dijo.
La genética también puede ayudar a explicar por qué algunos perros rinden más que otros en tareas sociales como seguir gestos de señalización.
Los cachorros tuvieron que participar en tareas como seguir la indicación con el dedo para conseguir una golosina escondida, mirar a la cara a una persona mientras le hablaba o tratar de conseguir un premio encerrado en un recipiente, para observar, en este caso, con qué frecuencia el animal buscaba ayuda del humano.