Yo crecí en la época de los ochenta con series donde se repetían frases como «¿Queréis la fama? pues la fama cuesta, y aquí es donde vais a empezar a pagar, con sudor», cuando las películas de Rocky incluían 20 minutos de entrenamientos salvajes, cuando echarse la siesta era de vagos y subdesarrollados, cuando se decía eso de «ya dormiré cuando me muera». Entrenaba con la idea de que cuanto más tiempo y más duro lo hicieras mayores cotas alcanzarías. El único consejo sobre recuperación me lo dio mi madre, consistía en beber medio vaso de agua con dos cucharadas de azúcar si tenía agujetas.
No te acostumbres a dormir poco
Tom Brady, quarterback de los New England Patriots, es uno de los mejores y más longevos jugadores de la Liga Nacional de Fútbol americano de Estados Unidos . Con 42 años, dice que duerme estupendamente gracias a la gama de pijamas que Under Armour confecciona para potenciar los beneficios del sueño y la recuperación, con fibras de material biocerámico que absorben el calor del cuerpo y lo vuelven a emitir en forma de radiación infrarroja. No sabemos si realmente este es su secreto, pero sí que el sueño es tan importante como para que las marcas deportivas como Under Armour inviertan en pijamas y ropa de descanso.
Durante el sueño se liberan testosterona y las hormonas del crecimiento que reparan los tejidos dañados durante el día.
Más meditación y menos estrés
Los expertos en recuperación y especialistas del Reino Unido han bautizado algunos efectos incomprendidos del sobreentenamiento como «síndrome de bajo rendimiento sin explicación». Es posible que esta fatiga no esté causada por una carga excesiva de entrenamiento sino por una recuperación deficiente, motivada por un alto estrés general del atleta. El cuerpo no distingue el estrés por una ruptura emocional del causado por un sobreentrenamiento físico, por una alimentación deficiente o por los exámenes finales de la carrera. Todo lo digiere igual, y un alto nivel de estrés provoca una mala calidad de sueño, que se traduce en bajo rendimiento, lesiones y enfermedades.
Nútrete bien, nada especial
Después de entrenar se deben reponer el glucógeno de los músculos e ingerir proteínas para reparar y reforzar los músculos, además de reponer las sales y el agua perdida. La cuestión es qué se debe consumir, cuánto y cuándo se debe reponer. Rivera comenta que «el menú de los jugadores varía según los días que faltan para lo competición, después de la competición del mismo día y del día siguiente. También se utilizan las ayudas ergogénicas, todo controlado por el servicio médico. Pero no hacemos nada especial. Al final, la recuperación del futbolista es una buena hidratación y una dieta con carbohidratos y proteínas, así como bebidas isotónicas con electrolitos para encarar la competición y recuperarse. El equipo médico monitoriza a los jugadores para ver sus carencias, pero no nos solemos mover por los productos de moda».
La recuperación, mejor que sea activa
Aparte de descansar, comer y rehidratarse existen otros medios activos para acelerar la recuperación física después del ejercicio físico, como puede ser los estiramientos, el trabajo con rodillo, la crioterapia, las saunas de infrarrojos y los clásicos masajes. Y mientras hay unanimidad entre los expertos sobre que dormir es la manera más efectiva, además de obligatoria, de recuperarse, aquí encontramos gran controversia.
La crioterapia y los baños en agua helada son muy populares entre muchos deportistas, pero algunos expertos señalan que no solo no ayudan a la recuperación sino que la retrasan al evitar la inflamación. La inflamación es la respuesta natural del cuerpo para que la sangre fluya hacia la zona afectada y pueda reparar los daños ocasionados. Otros apuntan a que puede ser un buen método dependiendo del momento en que se practique, como un entrenamiento para supercompensación, alta intensidad para fortalecerse o esfuerzo continuado.
Por elpais.com