El Juzgado Especializado en Extinción de Dominio concluyó ayer que Carlos Ramos Mancía, alias «el Flaco de Teclas», tuvo ingresos de $161,679 con negocios ilícitos de la Mara Salvatrucha (MS-13) y utilizó para delinquir una vivienda valorada en $49,000. Por eso el juez decidió que todo pase a manos del Estado, con un valor total de $210,679.
La unidad de Extinción de Dominio de la Fiscalía General de la República (FGR) logró comprobar ante el juez su tesis: que «el Flaco de Teclas» adquirió los $161,679 a través de extorsiones, narcotráfico y contrabando de mercadería con una célula de la Mara Salvatrucha en Santa Tecla, donde era cabecilla. Y que el pandillero usó una vivienda en Santa Tecla, que no estaba a su nombre, para cometer delitos.
Parte del dinero que desde ayer pasó al Estado por orden judicial pertenecía a Xiomara Guadalupe Hernández Rodríguez, una pandillera pareja de Ramos Mancía. Los dos delincuentes ya fueron condenados a prisión en un proceso paralelo, reveló ayer la fiscal encargada de las investigaciones, que solicitó el anonimato.
La casa, ubicada entre la 14.º avenida Norte y el pasaje Navarrete de Santa Tecla, en el departamento de La Libertad, era de Guillermo Hernández. El juez especializado señaló que el inmueble tiene que ser del Estado porque el propietario sabía que los pandilleros lo usaban para delinquir y no hizo nada: fue cómplice.
«En el fallo el juez dijo que existieron suficiente pruebas para determinar que el dinero tenía un origen ilícito y una relación directa con los delitos de lavado de dinero, narcotráfico y actividades delictivas de maras o pandillas», se lee en un comunicado de prensa que difundió ayer el Centro Judicial Isidro Menéndez (CJIM).
dinero enterrado
El proceso para despojar de los bienes al cabecilla Ramos Mancía inició el 27 de mayo de 2018. Investigadores policiales ingresaron a la vivienda de habitación del pandillero y la registraron hasta bajo tierra. La sorpresa fue que encontraron $156,020 enterrados en una cubeta en el patio, $779 en monedas de un dólar guardados en una alcancía y $4,900 en otros lugares.
Los policías también decomisaron 835 porciones de drogas valoradas en $18,000, entre ellas, cocaína y crack. Y 780 pantalones nuevos que la MS-13 comercializaba de contrabando para generar más ingresos. En ese operativo las autoridades capturaron a Ramos, quien el siglo pasado había sido condenado a 30 años de cárcel por ser cabecilla de pandillas, pero que la jueza de Vigilancia Penitenciaria Ástrid Torres lo puso en libertad en 2005 bajo el argumento de que ya había cumplido las dos terceras partes de la pena.