Son tres casos que han desencadenado violentas protestas en Estados Unidos y que se han convertido en símbolos del movimiento Black Lives Matter, que denuncia los abusos policiales que, según sus activistas, la comunidad afroestadounidense sufre día tras día.
Derek Chauvin, el exoficial que puso su rodilla sobre el cuello de Floyd, fue despedido y ahora enfrenta cargos por asesinato en segundo grado y homicidio en segundo grado.
Pero esto no evitará que un evento como este se repita, según estima James Nolan, profesor de Sociología y Antropología de la Universidad de Virginia Occidental.
Además de sociólogo, Nolan trabajó durante más de diez años en el Departamento de la Policía de Wilmington, en el oeste de Estados Unidos, donde desempeñó cargos como oficial de patrulla, sargento y teniente.
Con una gran comprensión del funcionamiento de la policía estadounidense, él considera que el principal problema de los diferentes cuerpos policiales es que actúan como si se tratara de un «juego».
«Se suben a sus autos, van a comunidades en busca de delincuentes y son recompensados cuando arrestan a alguien».
La policía es entrenada para jugar al juego policial: ser agresivos, ir a comunidades y encerrar a los malos (…) Pero esa manera de proceder crea violencia».
James Nolan
Sociólogo y exagente de la policía estadounidense.
Fuente https://www.bbc.com