La Misión de Observación Electoral (MOE) de la Organización de los Estados Americanos (OEA) en El Salvador, felicita a los salvadoreños quienes, con paciencia y convicción democrática, acudieron a las urnas el 28 de febrero pasado para expresar su voluntad de manera clara y contundente.
La Misión destaca la alta participación ciudadana que, a pesar del contexto de pandemia, superó la registrada en procesos anteriores similares y, de manera especial, reconoce a quienes integraron las Juntas Receptoras del Voto (JRV) y a quienes, desde diferentes ámbitos, colaboraron para llevar a cabo una jornada electoral pacífica y cívica.
A pesar que el proceso electoral se realizó en medio de un contexto de gran polarización y enfrentamiento entre las principales figuras políticas e institucionales del país, en el que existieron ataques y señalamientos de desconfianza en la autoridad electoral, la población acudió a las urnas sin generar actos vandálicos.
Los señalamientos de desconfianza en la autoridad electoral se enfocaron principalmente en la implementación y efectividad del sistema informático para realizar el escrutinio preliminar y la transmisión de resultados, que funcionó de forma aceptable a pesar de sus múltiples componentes.
Otros señalamientos se centraron en la inequidad de recursos para la contienda, agravada por la falta de entrega del anticipo de la deuda política que por ley debían recibir los partidos políticos para la campaña electoral.
En días previos a la jornada, y ya vigente el periodo de silencio electoral contemplado en la legislación, la Misión pudo comprobar múltiples instancias de publicidad electoral por parte de las principales fuerzas políticas. Asimismo, fue notoria la publicidad gubernamental promoviendo la gestión de gobierno en medios tradicionales, incluyendo el canal estatal. La MOE/OEA recibió de distintos actores múltiples reclamos y denuncias por uso electoral de los recursos públicos y los medios estatales.
Estas acciones, violatorias de la veda, continuaron durante la jornada electoral. La Misión observó una acción sistemática de parte de altos rangos de la función pública en apariciones en prensa y plataformas digitales oficiales, emitiendo declaraciones con tintes eminentemente electorales, y tomó nota del proceso sancionador que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) abrió en contra del titular del Poder Ejecutivo.