Las imágenes de un insecto parecido a un cráneo sonriente o a un alienígena se han hecho virales en la Red.
Se trata de la oruga de la polilla ‘Phyllodes imperialis’, una especie en vías de extinción que habita en la costa oriental de Australia. Aunque su particular diseño parece que esté situado en la cabeza, en realidad está en la espalda de la oruga y sirve para ahuyentar a los depredadores. «Cuando se ven amenazadas o molestadas, las larvas se enroscan hacia adelante para mostrar la ‘cara’ como comportamiento defensivo», explican desde la Reserva Escénica Mary Cairncross.
Las orugas se alimentan de una sola planta, la enredadera ‘Carronia multisepalea’, lo que restringe su hábitat a los bosques lluviosos.
Cuando son adultas estas polillas miden entre 13 y 17 centímetros de envergadura, lo que las convierte en uno de los insectos más grandes del área. Viven tan solo 30 días, durante los cuales se nutren del jugo de frutas podridas o demasiado maduras. Aunque disponen de un camuflaje excelente que hace que los depredadores las confundas con hojas secas, también tienen un patrón para ahuyentar a sus enemigos. En el caso de los especímenes adultos, se trata de dos manchas rosadas y unas motas blancas sobre un fondo negro.