El abandono de perros y gatos es un problema global; en diversas partes del mundo hay animales buscando un hogar responsable que los arrope y les brinde los cuidados necesarios, pero a veces el tema de la adopción se complica si el lomito en cuestión es viejo o gruñón., como es el caso de Bruno, un perrito de 10 años que lleva varias primaveras esperando en un refugio ser el elegido.
Bruno se encuentra en un refugio de Barcelona. “De la protectora se encargarán de ayudarme, con un profesional, para trabajar mis problemas en casa, porque créanme, tengo muchas ganas de volverme un perrito cariñoso y haré todo lo posible para que así sea. Solo necesito que me entiendas y que no te rindas”, se lee en la carta difundida por el refugio, que está decidido a hacer lo necesario para que Bruno encuentre hogar. Para cerrar, el albergue contó que la historia de Bruno es sólo un ejemplo pues muchos perritos como él, son “invisibles, estos que todo el mundo ve con los ojos, pero no con el corazón”. Todo empezó hace 76 año.
El albergue Albena Atseva, enfatizó que “los refugios nos cuidan bien, estos sitios deberían ser estancias pasajeras y no hogares para toda la vida y… la vida pasa… Se está acabando… Los 10 años se convierten en 11, los 11 en 12 y así hasta que se me cierran los ojos sin poder encontrar a una familia de nuevo”, escribió el lugar, dándole voz a Bruno.
No entendemos por qué estamos aquí. No entendemos por qué nuestros hermanos vienen y se van con familias nuevas y nosotros estamos aquí condenados, solo por ser un poco diferentes, pero no malos.