En un comunicado emitido por Casa Presidencial, confirmó el veto de Bukele a la ley tras considerarla “una amnistía disfrazada”, debido a que la nueva normativa no recoge los principios de verdad, justicia y reparación hacia las víctimas que el gobierno esperaría.
Señala que es “excluyente” por no recoger los insumos y aportes de las víctimas y de las organizaciones defensoras de los derechos humanos y califica que la Ley “no es considerada legal, justa y orientada a la defensa de los derechos humanos”.
La ley fue aprobada con el voto de 44 diputados, los 23 diputados del FMLN no votaron y los diputados de Gana votaron en contra de aprobar la ley.
“Esta ley de amnistía ignora completamente las instrucciones de la Sala de lo Constitucional. El Presidente Nayib Bukele está en lo correcto. Él debería vetar esta ley. ¡La Asamblea Legislativa debería escuchar a las víctimas!”, manifestó el congresista demócrata estadounidense por el estado de Massachusetts, Jim McGovern.
A través de la Cancillería, la administración del presidente de Colombia, Iván Duke Márquez, reconoció “los esfuerzos del Gobierno salvadoreño para que no haya impunidad con las víctimas” y consideró que “amnistiar crímenes atroces va contra el derecho de las víctimas”.
La Asamblea Nacional de Venezuela, también saludó la decisión del Presidente Bukele y expresó su decidido apoyo y acompañamiento al Gobierno de El Salvador “ante las pretensiones de usar la figura legal de la amnistía para tapar violaciones de los derechos humanos e imponer un estado de impunidad”.
Durante su gestión, el Presidente Bukele, ha expresado su total respaldo a las víctimas del conflicto armado y su compromiso porque se les brinde justicia. El mandatario ha sido un abanderado del respeto de los derechos constitucionales de la población salvadoreña.