Carolina Recinos, comisionada presidencial para asuntos del gabinete, dijo que las 15 familias que la semana pasada pidieron volver a ser reubicados, esta vez en el Lote Ayala del cantón Conacaste, en Nejapa, no serán trasladadas tal como era su petición.
Se trata de familias damnificada del deslave en la Comunidad Los Angelitos II, a finales de 2020, quienes expusieron en una conferencia de prensa que su reubicación en la Residencial Marsella está alejada de su realidad económica y social, por lo que pidieron a las autoridades un nuevo traslado.
Para Recinos, la solicitud está más relacionada con superar la adaptación al entorno. «No los hemos dejado ahí y los hemos abandonado, por el contrario se les ha acompañado», se excusó.
María Dora Rodas, una de las habitantes que solicita ser reubicada, expresó en la conferencia del 15 de enero que no se adaptan al lugar, que se ven expuestos a discriminación y no cuentan con fondos para pagar servicios como vigilancia, jardinería, tren de aseo, entre otros.
Por su parte, la comisionada presidencial, minimizó la disconformidad, «se trata que la misma población que vive alrededor de ellos los reciba, que no los rechace. Ese es un proceso, la adaptación a una nueva situación de vida y hay que respetarlo», detalló.
Recinos no se refirió a la realidad económica de los reubicados, que viven de la agricultura, ni hizo referencia a los pagos por servicios que deben asumir para vivir en la residencial.
Los damnificados de la Comunidad Los Angelitos II señalaron que la decisión de trasladarlos a la residencial se hizo de forma arbitraria y alejada de la propuesta original que les hizo la ministra de Vivienda Michele Sol: ser reubicados en el Lote Ayala, del cantón Conacaste, en Nejapa.
«Se supone que el día que dieron las casas no iban a eso, era una fiesta navideña. Al llegar estaba la sorpresa de la casa pero a nadie le preguntaron antes si quería vivir ahí, a nadie», dijo Vanesa Huezo, una de las afectadas.
La comisionada presidencial se limitó a decir que, «no es fácil para las familias trasladarse de lugares donde vivieron durante décadas, por muy deplorable que haya sido su situación».
La situación de las víctimas del deslave de la comunidad Los Angelitos II, los revictimiza y refleja una intervención estatal alejada de una política integral de atención que les permita acceder a una vivienda adecuada a sus necesidades y que considere su cultura de vida.