Esperan se aborden temas de respeto a derechos humanos para los migrantes salvadoreños.
El encuentro entre el presidente de la República, Nayib Bukele y el mandatario mexicano, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), hoy en la ciudad fronteriza de Tapachula en Chiapas, al sur de México, ha despertado grandes expectativas entre los salvadoreños envueltos en la crisis migratoria y, muchos de ellos, varados en Chiapas.
La reunión entre los mandatarios será para firmar varios acuerdos para dar inicio hoy mismo al Plan de Desarrollo Integral para Centroamérica, al que también se han de sumar Guatemala y Honduras, tal y como anunció ayer miércoles en la sede de las Naciones Unidas el canciller mexicano, Marcelo Ebrard.
Tanto los connacionales como las ONG esperan que además se aborden como puntos principales garantizar los derechos humanos y la seguridad de los migrantes centroamericanos, entre ellos los salvadoreños.
El director ejecutivo del Instituto Salvadoreño del Migrante (Insami), César Ríos, señaló a la agencia EFE que, además, es un buen momento para que Bukele solicite a López Obrador un informe de las investigaciones de masacres a migrantes que “han huido de sus países por diversas razones, como la violencia y la pobreza”.
México planteó ante la ONU el Plan de Desarrollo Integral para Centroamérica, que arranca hoy e incluye el financiamiento del Gobierno mexicano y de otros países en la región.
El plan busca que los centroamericanos no se vean obligados a migrar por la pobreza o por la inseguridad, así como el impulso a actividades productivas y opciones en su lugares de origen.
Ayer en su acostumbrada conferencia de la mañana López Obrador adelantó que uno de los temas que abordará con Bukele, será la protección de los niños migrantes.
Según un comunicado de Casa Presidencial, Bukele le propondrá a su homólogo establecer mecanismos de coordinación regional que incluyan a EE. UU., Guatemala y Honduras para abordar las respuestas y acciones en el tema migratorio.
Las autoridades estadounidenses y mexicanas llegaron la semana pasada a un acuerdo que obliga a México a incrementar la presencia policial en su frontera con Guatemala; pero a cambio evitó la imposición a partir del lunes de aranceles del 5 % a todas las importaciones mexicanas.
Esta acción fue criticada por el vicepresidente de El Salvador, Félix Ulloa, que señaló que el acuerdo traerá “consecuencias de carácter humanitario y de política regional”.